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La salud y la enfermedad desde el Enfoque Gestáltico

La salud y la enfermedad desde el Enfoque Gestáltico

Desde un punto de vista gestáltico, salud y enfermedad, vida y muerte, son extremos de un mismo continuo, son polaridades, no existe una sin la otra. Al integrar ambas en nosotros nos sentimos más completos. Negar la muerte nos llevaría a negar algo que forma parte de la vida, darnos cuenta de que la enfermedad y la muerte existen o es algo que estamos viviendo en este momento, nos hace ir al aquí y ahora, a la presencia total del momento presente, negarlo nos lleva a la neurosis, dificultándonos la visión de un todo mayor. Nuestra energía no fluye igual cuando negamos o evitamos algo es decir, cuando nos quedamos bloqueados en un punto dentro del ciclo de satisfacción de necesidades, pensar en la enfermedad o en la muerte, nos puede llevar a poner mucha energía para evitar pensar en ello, algo que por sí mismo nos puede llevar a enfermar de alguna u otra manera.

Algo que estábamos reteniendo nos hizo débiles,

hasta que descubrimos  que ese algo éramos nosotros mismos.

Robert Frost

De Casso (2006), comenta:

La psicoterapia significa: ayudar al paciente a enfrentarse a aquellos hechos que se oculta así mismo… La gestalt oculta es tan fuerte que debe manifestarse en el primer plano, la mayor parte de las veces bajo la forma de un síntoma u otra expresión disfrazada.

Y el primer plano, muy fundamentalmente, es el cuerpo, es lo que sentimos, o es lo que nuestro cuerpo muestra aunque no nos demos cuenta de que lo sentimos. (p. 146)

Por lo tanto, es en el cuerpo, a través de los síntomas y enfermedades el primer lugar donde la gestalt oculta se manifiesta, lo que hay debajo, también la parte más inconsciente que aflora de dentro hacia afuera en nuestro cuerpo físico.

Desde el enfoque gestáltico y llevado a la práctica terapéutica, ir hacia la salud sería volver a poseer las partes alienadas de la personalidad, todo aquello que decimos no ser, negar, evitar, rechazar, etc., porque nos resultan molestas, desagradables, no aceptables… Por ejemplo, decir “yo no soy agresivo”, sin embargo usa la crítica o las bromas hirientes como forma más sutil de sacar esa agresividad que dice no tener, pero que las personas que las reciben se lo muestran con su enfado, enfado que por otro lado, la persona no entiende. Si toma conciencia y reconoce su agresividad, quizás de esa manera pueda establecer otros vínculos, o mejorar las relaciones.

Según Perls, la enfermedad tiene que ver con la neurosis, como forma de evitación de aquello que nos desagradada. Cuando usamos cualquiera de los mecanismos neuróticos, provocamos la escisión y dejamos de estar completos.

El trabajo terapéutico gestáltico ayuda a que la persona sea más integra y consciente de su estar en la vida. Se puede decir entonces que la enfermedad física, cuando aparece, da una oportunidad al que la padece de parar, de observarse, de darse cuenta del cómo está funcionando, de sus manipulaciones, de su forma de relacionarse con lo que le rodea, de cómo estable el contacto-retirada, pues la enfermedad no hace más que darnos información de nosotros mismos.

Bibliografía

De Casso P. (2006). La Gestalt de la vida cotidiana. Revista de Terapia Gestalt. Relaciones Terapéuticas

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